Ante el desafortunado hecho, la corporación Coralina, Autoridad ambiental de esta isla, rechazó las acciones de caza ilegal, pesca o maltrato animal; “a través de redes sociales conocimos el lamentable hecho de la pesca de un tiburón nodriza, la cual es una especie que no representa ningún peligro para el hombre”, señaló la entidad a través de un comunicado.
Cabe recordar que en la Reserva de Biosfera de Seaflower de San Andrés y Providencia rige un fallo el cual establece que está prohibida la pesca de tiburones, rayas, de igual forma, la comercialización de aletas de estas especies.
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Frente a los acontecimientos sucedidos, Arnee Britton, director de Coralina, aseguró que con el propósito de tener a los turistas y habitantes de San Andrés protegidos, implementaron una estrategia de avistamiento y monitoreo para alertar a los bañistas las zonas no permitidas para realizar actividades náuticas.
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“No existe en la isla riesgo para los turistas, ya que el ataque del tiburón al visitante ocurrió en una zona de mar abierto. En donde se registró este caso, al parecer como consecuencia del tráfico de cruceros que atraen estas especies a las costas de la isla. Al tiempo que es bueno aclarar que estamos en una reserva de biosfera donde circulan todo tipo de especies marinas”; aseguró Arnee Britton.
Medidas para la caza ilegal de fauna marina
Es importante recalcar que quien atente contra las especies marinas y silvestres estaría incurriendo en un delito ambiental y es penalizado por parte de las Autoridades desde una multa económica de 35.000 salarios mínimos hasta la cárcel por 108 meses.
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