Por: Ana Leidy Erazo Ruiz - Concejala de Santiago de Cali
En esta semana se realizó en la ciudad el VI Congreso Mundial de Marketing y Comunicación Política, un escenario que reunió expertos de diferentes partes del mundo que compartieron sus conocimientos y experiencias con candidatos y asesores de cara a las elecciones de octubre.
Del espacio me llamó la atención la participación de seis aspirantes a la alcaldía, quienes compartieron su visión de la ciudad al 2050. Sus intervenciones, además de reflejar poca preparación para el espacio, dejaron entrever que no hay un programa de gobierno realizable y real, sino discursos desconectados de la realidad de la ciudad, faltos de diagnósticos, llenos de ambigüedades y narrativas comunes. Con tristeza debo decir que dentro de los presentes no vi candidaturas con propuestas materializables que se traduzcan en transformaciones sociales reclamadas por la ciudadanía caleña.
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Aunque no puedo dudar de las cualidades humanas y profesionales de las y los candidatos que aspiran a dirigir desde el CAM a nuestra ciudad, es claro que no ofrecen apuestas claras para una ciudad que, además de desgobernanza y desbordada corrupción, tiene necesidades sensibles y urgentes en materia de seguridad, movilidad, pobreza (desbordada) y de riesgo ambiental.
Creo que hay una crisis de liderazgo en nuestra ciudad en la carrera para la Alcaldía de Cali y en la disputa por las curules del Concejo de Cali. Pareciera que existe un empeño por parte de los partidos tradicionales por desaparecer, y, más lamentable aún, del sector alternativo por no gobernar la ciudad -el departamento tampoco- y por no contar con una gran bancada en el concejo que lidere este espacio con el fin de promover iniciativas locales en beneficio de toda la población y de hacer control político responsable, de cara a todas las caleñas.
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A Cali no la vamos reverdecer, revivir o rescatar, como rezan los slogans de algunas y algunos candidatos, siempre que no exista un programa de gobierno que responda a una visión de ciudad en la que se cuente con todas las personas que vivimos en la Cali urbana y rural. Pero el Concejo de Cali no se nos escapa, a propósito de que fue noticia nacional por estos días debido a la aprobación de una condecoración al ESMAD, este cuerpo colegiado requiere de manera urgente una renovación en sus principios, prácticas e integrantes, y, es el sector alternativo el llamado a atender esta necesidad de cambio que lideraremos desde nuestra curul.
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