Con el objetivo de recuperar el espacio público en Cali, el icónico Gato de Tejada, ubicado al oeste de la ciudad, fue intervenido debido a las constantes quejas por parte de la comunidad sobre las ventas informales.
"Decidimos hacer esta jornada en el sector, socializando con los vendedores informales nuestra estrategia para recuperar el espacio público, pues queremos que estos sitios que son tan representativos para la ciudad, estén organizados, para que no existan esas ventas que no tienen control y que afectan el turismo", indicó Jimmy Dranguet, subsecretario de Inspección, Vigilancia y Control.
Durante esta jornada, la Secretaría de Inspección, Vigilancia y Control aseveró: "encontrándonos hoy con el agravante de que ambos puntos de venta estaban siendo atendidos por menores de edad, situación que como alcaldía no podemos permitir", explicó Dranguet.
Pese a que los vendedores informales manifestaron su inconformidad, argumentando tener derechos por estar vinculados a uno de los sindicatos de vendedores ambulantes que tiene la ciudad, se les aclaró que es deber de la administración velar por la protección e integridad del espacio público por su destinación al uso común, el cual prevalece sobre el interés particular.
"Nuestra apuesta como subsecretaría de Inspección no es perseguir, sino orientar a los vendedores ambulantes, explicarles la norma que regulariza el espacio público en Cali y prevenirlos, para que no se dejen engañar por terceras personas", señaló el funcionario.
Por su parte, la Subsecretaría de Inspección, Vigilancia y Control, invita a los vendedores informales a que se regularicen, que revisen la norma o se informen, con el fin de no verse perjudicados por invadir los espacios públicos de la ciudad.
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