La historia no ha sido fácil. Brayan Mauricio Hoyos, el joven de 25 años que fue víctima de la violencia en uno de los semáforos de Cali, cumplió un año la semana pasada y hoy es un ejemplo de recuperación y perseverancia en la capital vallecaucana.
En compañía de su esposa, Estefanía Sarai Ramírez, este exmensajero de una pequeña empresa, no solamente han tenido que luchar contra la difícil recuperación que conlleva una cuadriplejia producto de un daño severo en la médula C3 y C4, sino con los impases que genera el sistema de salud en Colombia; las tan conocidas EPS.
"No ha sido fácil, pero todos los días lucho para salir adelante. No tengo límites, lo más importante es mi recuperación", aseguró Brayan, quien tiene durante 12 horas el acompañamiento de una enfermera en su casa.
En cuanto a los agresores, él, su eposa y su familia, lograron darse cuenta quiénes fueron, pero lo dejaron a un lado para cerrar un capítulo y según ellos, "dejar en las manos de Dios".
"No tenemos por qué generar más violencia. Nosotros ya perdonamos y se los diríamos a ellos, pero solo Dios tiene esa capacidad, nosotros ahora solo pensamos en Brayan", aseguró Estefanía.
Por ahora, la historia seguirá siendo difícil y muy larga. Un proceso de recuperación que demoró en tomar forma y que tendrá con el tiempo el final que todos esperan, ver caminar nuevamente a Brayan.
