William Lasso Mazuera de 51 años de edad, era el sacerdote que prestaba sus servicios religiosos en la Parroquia San Ambrosio de Milán, en el barrio El Vallado, en el Distrito de Aguablanca y que fue hallado muerto en una finca de su propiedad, en la vereda Tres Esquinas en la Cumbre, Valle.
El sacerdote tenía acusaciones en su contra por abuso sexual desde el mes de octubre, según confirmaron fuentes de la Fiscalía, al periódico el País. El cura quien se habría suicidado, tenía una investigación adelantada por la Fiscal 118, por el delito de acceso carnal violento abusivo a menor de 14 años.
Según la fiscalía, la primera denuncia contra el sacerdote fue interpuesta en enero pasado por la familia de un niño de 11 años, quien aseguró haber sido abusado por el párroco. Conforme a las investigaciones, otros cuatro casos de abuso sexual son atribuidos a este sacerdote, quien invitaba a niños a la finca donde lo hallaron muerto, y posteriormente abusaba de ellos.
El cura, quien no prestaba sus servicios religiosos desde hace un mes en la parroquia del barrio El Vallado, al oriente de Cali, estaba en licencia, según testimonios de habitantes del sector, dichos a El País, el sacerdote tenía ‘’un delicado estado de salud, no sabemos que tenía pero eso hizo que pidiera una licencia en la Arquidiócesis para recuperarse’’.
Según la fiscalía, “él llevaba los niños hasta la finca y allí abusaba de ellos. Estábamos a punto de ordenar su captura. En esa zona también se habían quejado por el ruido de las fiestas que realizaba”, aseguró el ente investigador al mismo medio.
El seguimiento a este sacerdote llevaba alrededor de 11 meses, inició por la denuncia instaurada ante la fiscalía, en enero de este mismo año por la familia de uno de los menores abusados, según versiones ‘’El menor durmió la noche antes del paseo en la Casa Cural, donde el sacerdote habría abusado de él. Luego, del abuso, el menor le contó a sus familiares que el sacerdote lo había amenazado con que si contaba algo lo iban a meter a una correccional’’.
Pese a las denuncias recibidas en contra del padre, los vecinos del barrio El Vallado, recuerdan al padre como ‘’un hombre leal, correcto, carismático, alegre y diligente con la comunidad”. Además la arquidiócesis realizó un comunicado donde lamentan la muerte del cura, mostrando su apoyo con la familia y los feligreses del sacerdote.
