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Nos merecemos una Alcaldía Distinta

En los últimos 20 años el panorama social, medioambiental, económico, de movilidad y de seguridad no ha cambiado. Hoy Cali es la ciudad más desigual de Colomiba, con una tasa de desempleo del 12% que supera la media nacional.

Al hablar de desigualdad no nos referimos exclusivamente a la desigualdad en el ingreso de la población, que en efecto es alarmante, sino también a la desigualdad en el empleo y la educación entre la población caleña, que resulta de la falta de oportunidades para las personas de bajos recursos.

La desigualdad en la ciudad debe tener prioridad, ya que los niveles de pobreza y desigualdad están asociados a mayores tasas de delincuencia urbana y descontento social. Sin embargo, es un problema que los gobernantes de Cali de los últimos 20 años no han solucionado, situación que ha generado pobreza y pobreza extrema, y ha evitado que todos los caleños tengan acceso en igualdad de condiciones al transporte público, la educación y los servicios públicos.

Es el momento de una Alcaldía distinta y valiente que crea que es posible hacer las cosas bien, que tenga la fuerza humana para hacerlas y trabaje por una ciudad que garantice calidad de vida a todos sus ciudadanos.

No podemos permitir que la desidia administrativa y la falta de voluntad frenen el progreso de nuestra Cali, por este motivo presento una propuesta de ciudad que apunta a atender sus necesidades teniendo en cuenta las oportunidades de nuestro territorio y nuestra gente.

El reto, entonces, es aportar a la construcción de una ciudad en la que se brinden las  oportunidades y las herramientas necesarias para vivir con las mejores condiciones de calidad sin olvidar que el ser humano debe ser el centro de todas las decisiones políticas y sociales, para esto es necesario enfrentar el problema con una gestión pública transparente, eficiente y eficaz.

Es posible transformar la sociedad con principios y construir una ciudad más humana, equitativa y sostenible. Durante toda mi vida, y especialmente desde que comenzamos a participar en política y a trabajar en lo público, hemos guiado nuestras acciones desde los  siguientes principios rectores: la vida como valor supremo, el ser humano como centro del desarrollo, la fraternidad, el bien general, los recursos públicos son sagrados, construir sobre lo construido y la política como herramienta de transformación social.

Por el derecho a vivir sin miedo, a movernos en bicicleta de forma segura,  a que nuestros niños y niñas tengan educación de calidad, que el MIO sea un servicio eficiente, por la protección del bien común y por la defensa de la vida en todas sus expresiones llegó el momento del gobierno distinto, del gobierno valiente, del que es igual a la gente, que es igual a vos.

¡Vamos por la  transformación de la ciudad!