A las 6:00 de la mañana del 11 de septiembre murió la mujer que resultó herida por explosión de una bala de oxígeno el día anterior. La víctima era atendida en la clínica Versalles y se encontraba en estado crítico.
Múltiples complicaciones médicas ocasionaron el deceso de Rosa González que en horas de la madrugada del 10 de septiembre, resultó gravemente afectada tras la explosión de una pipa de oxígeno en el tercer piso de la Clínica San Fernando, la cual le habían colocado entre las piernas mientras reposaba en una camilla para ser atendida.
El estallido ocasionó una emergencia en el lugar y provocó que Rosa González se quemara el 30 por ciento de su cuerpo. Uno de sus hijos relató que tuvo que lanzar el artefacto lejos, sin ayuda de nadie, para que no le hiciera más daño a su progenitora.
Carolina Herrera, directora médica de calidad de la Clínica Versalles, aseguró a los medios de comunicación que la paciente presentaba quemaduras de grado 1 y 2 en sus miembros inferiores, además de un síndrome de dificultad respiratoria.
Por su parte, Fernando Sánchez González, hijo de la víctima, aseguró a la prensa que hubo negligencia médica por demoras en el traslado y atención a su madre. También asegura que, hasta el momento, no se le han notificado las razones de la explosión y exige a las autoridades apoyo psicológico para él y su familia.