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Más de 500 cajas con botellas de licor fueron robadas en la ILV

Más de 500 cajas con botellas de licor fueron robadas en la ILV

En hechos, que aún están por resolver, fueron robadas más de 500 cajas con botellas de licor de las bodegas de la Industria de Licores del Valle que está ubicada en la destilería San Martín.

El licor hurtado en horas de la tarde del martes, hacía parte de la bodega de mercancía que había sido devuelta por tener defectos en su fabricación, por lo que no se puede establecer el valor comercial del robo.

"El faltante fue indicado por uno de nuestros operadores que estaba haciendo las labores de aseo y vio que había un hueco en la continuidad de la bodega. Lo que se pudo establecer es que en una de las bodegas se llevaron 278 cajas y en la otra se llevaron 274", indicó Víctor Manuel Escobar, presidente del Sindicato de la ILV.

Lo que sorprendió a las autoridades fue que en horas de la noche, un grupo de nueve hombres encapuchados y fuertemente armados, irrumpieron la seguridad del establecimiento y se llevaron las cámaras de seguridad, las cuales habían grabado todo lo que había sucedido en el robo y que servía como material provatorio para las autoridades.

"Todavía no es muy claro las versiones de la vigilancia privada sobre el hecho de la noche que nos tiene sorprendidos. Queremos saber qué fue lo que pasó realmente y empezar a identificar los primeros responsables en el hecho", señaló el coronel Fernando Murillo, comandante de la Policía Valle.

Según el Coronel, las primeras hipótesis dan señales de que pueden haber personas pertenecientes a la empresa de vigilancia y de la misma ILV que pueden ser responsables del hecho y permitieron el ingreso de las personas.

"Lo primero que nos levanta sospechas es que cuando hacen el reporte a la Policía nuestros hombres llegaron en menos de tres minutos, cosa que si la vigilancia hubiese reaccionado de acuerdo a los protocolos habríamos podido dar captura a alguno de los responsables", dijo Murillo.

En el establecimiento se encuentran cinco puestos de vigilancia que están conectados a la red de apoyo de la Policía y, al llegar, los vigilantes habían sido desarmados y acorralados por los delincuentes.

Por ahora, la Policía ha ofrecido una recompensa de 20 millones de pesos para las personas que puedan brindar información del paraderos de los responsables del robo y del posterior ocultamiento de las cámaras de seguridad.