En medio del cruce de recriminaciones mutuas entre Caprecom y el Inpec, están los internos de la cárcel de Jamundí viviendo su propio viacrucis.
La cárcel de Jamundí es el penal de máxima seguridad más grande de Latinoamérica y un ejemplo para las demás, pero detrás de esta infraestructura los internos de esta cárcel viven su propio infierno.
Además de que el servicio de agua potable es intermitente, cuentan con pésima atención medica y así tienen que sobrellevar el costo de sus errores.
Juan Carlos Botero, ex gerente nacional de Caprecom aseguró que el mal servicio que tienen los internos es prácticamente un desacato colectivo.
A este panorama se enfrentan miles de internos no sólo en el Valle del Cauca, sino en el país, quienes encerrados entre cuatro paredes, deben verse obligados a perder su dignidad y su vida en el peor de los casos.