En el estudio ‘Disparidad espacial en las necesidades sociales de transporte y el suministro de transporte público en Santiago de Cali’, realizado por tres docentes, se estableció que el Mío no es incluyente, ya que las personas de la ladera y el oriente tienen dificultades para acceder al servicio.
En esta investigación que fue publicada en la revista holandesa Journal of Transport Geography, no se mide la calidad del Mío por la cantidad de pasajeros, sino por el cubrimiento de este en todos los sectores de Cali.
Allí se dio a conocer que este transporte beneficia en especial a las personas de estratos socioeconómicos medios y altos, pues son en estas franjas de la ciudad en donde se concentra el Mío.
Los sectores que más requieren el servicio y tienen poco acceso, son las comunas 13 y 14 en el Distrito de Aguablanca, la comuna seis en Floralia y la zona nororiental, como también la comuna tres del centro de Cali, y la 1, 18 y 20, ubicadas en la ladera.
Más allá de una herramienta de conexión territorial, el transporte en este estudio, es considerado como un promotor de la inclusión social, en donde es claro que el Mío presenta deficiencias altas sobre todo en las comunas 13, 14, 6 y 1, deficiencias medias en la 18, 20 y 15, y algunas fallas en la 21 y la 12.
A esta falla sobre la inclusión social, se le suman los problemas económicos y operativos que presenta el sistema, en donde no se ha cumplido el modelo financiero que planteaba mover cerca de un millón de pasajeros diarios, pues hoy en día solo se recoge la mitad.
