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En detalle: informe especial Desaparecidos ¿Quién los busca?

En detalle: informe especial Desaparecidos ¿Quién los busca?

Cuando un ser querido desaparece, la incertidumbre, el temor y el llanto invaden de forma escalofriante los sentimientos y las emociones de los suyos. Una especie de inseguridad y obstinación que día a día acechan los recuerdos que han quedado en el ayer. Es una muerte lenta que se niega a la resignación y al desconsuelo. Es esa lucha contra el tiempo que se empecina en ver su recuerdo esfumarse. Así, sin explicación alguna, deja un duelo que no cesa y una herida que perdura.

Las circunstancias que merodean una desaparición, son tan inciertas cómo el hecho mismo. Sin embargo, lo que no varía, son los esfuerzos y las esperanzas de sus familiares y amigos. Cada desaparición genera vacíos, necesidades, preguntas y respuestas que quedan en el limbo del dolor y la desconfianza.

“Lo más importante para nosotras es saber cuál es la situación real de ellos, es lo que yo más pido […] el derecho a la verdad, que no nos violen ese derecho y que nos digan qué pasó con ellos, dónde están” estas son las diversas emociones e interrogantes que madres como Carolina, suscitan cada día con la esperanza de encontrar una prueba, un pequeño hallazgo que le dé respuesta de su ser querido.

Para quien no lo ha vivido, es complejo entender la angustia de estas personas. Mismas a las que les resulta inconcebible la idea de la muerte de su ser querido, pues esperan algún día volver a escuchar, tocar y sentir a ese ser que no regresa. Para otros, la muerte es la única realidad que les espera.