Icono del sitio Noticiero 90 Minutos

El padre Hurtado Galvis quedó en el corazón de la iglesia y de Cali

El padre Hurtado Galvis quedó en el corazón de la iglesia y de Cali

El padre Alfonso Hurtado Galvis falleció a sus 90 años en la ciudad de Cali después de estar varios días hospitalizado en la Clínica de Occidente. La capital vallecaucana fue el lugar donde el sacerdote realizó su labor de servicio. Así lo recuerdan Monseñor Darío de Jesús Monsalve y el padre José González.

Lo que representaba el padre para la sociedad caleña era “muchísimo, era un ícono. Primero por su programa radial ‘Nadie se acuesta en Cali sin escuchar, La voz del prójimo’ pero fundamentalmente por la explosión de 1956, eso marcó a la ciudad”. 

Por su parte, monseñor, Darío de Jesús Monsalve también aseguró que el padre Galvis marcó su trayectoria sacerdotal con la explosión del 7 de agosto, “ese gravísimo accidente hizo que el padre pudiera demostrarle a esta ciudad cuánto estaba cosido su corazón con ella y toda la capacidad de movilizar sus energías y la de la ciudadanía para auxiliar a los afectados”.

La voz del prójimo fue el programa radial con el que Cali no se acostaba sin escuchar “unos verdaderos sermones”, así lo dijo el padre José González.

El padre González vio por última vez al padre Alfonso Hurtado Galvis en Semana Santa y afirmó que el sacerdote nacido en Buga estaba “un poquito ahogado” pero que sin importar esto, estuvo ayudando en uno de los servicios de la Arquidiócesis de Cali.

El “Santo varón”, como saludaba el padre Galvis, falleció pero dejó para las nuevas generaciones del clero “un hombre dedicado, un hombre fiel, un hombre, alegre, educado, un hombre que se mete, que se inserta en la sociedad”, aseveró el padre González.

Monseñor Monsalve recordó al padre Galvis como un hombre de un carácter extrovertido alegre, dicharachero, de un buen sentido del humor y fue un hombre que dedicó toda su vida al servicio.

Salir de la versión móvil