El alcalde de Cali, Maurice Armitage, destinó la presencia de 3.000 uniformados en 19 puntos estratégicos del Estadio, un especial control en las seis entradas de la ciudad y 10 alcohosensores utilizados en el ingreso a las tribunas.
El general Nelson Ramírez, comandante de la Policía de Cali, explicó que incautaron 1.580 armas blancas en diferentes zonas de la ciudad el día de ayer, "261 motos fueron inmovilizadas; se aplicaron 285 comparendos por diferentes infracciones, algunas de ellas por parrillero y consumo de licor; 40 establecimientos comerciales fueron sancionados por violación a la Ley Seca y 150 menores fueron sorprendidos este sábado evadiendo el toque de queda", afirmó el alto mando.
Mientras en la recta Cali-Palmira, uniformados de la Policía decomisaron pólvora, armas blancas, licor y marihuana a hinchas que transitaban en un bus que iba provenía de Bogotá e ingresaría a la Cali.
Además, dentro de las medidas administrativas también se restringían las caravanas, el parrillero en motocicleta, consumo y venta de licor, toque de queda, entre otras. Y aunque no todas se acataron, como en el caso de las caravanas que eran medidas persuasivas; el comportamiento de los ciudadanos en general fue ejemplar, asegurando que “yo creo que fueron acertadas las medidas restrictivas del Alcalde, hay que hacerle el reconocimiento” dijo Ramírez.
En cuanto al preparativo policial en el que se restringió el acceso a la tribuna sur, los hinchas se mantuvieron apoyando al equipo en los alrededores. “Yo diría que, poco a poco, Cali y los hinchas van entrando en razón de que tenemos que festejar con cultura", dijo el alcalde Maurice Armitage a Caracol.
Por otro lado la participación de los patrullajes especiales del Esmad horas antes del partido, ayudó a reforzar la fuerza pública. Como tal, las medidas buscaban tranquilidad y propiciar un sano disfrute del partido América-Quindío, con la intención de evitar desórdenes ciudadanos.
