En la sede de la EPS Coomeva, en el sur de Cali, tuvo lugar una protesta de más 30 madres de niños con enfermedades huérfanas. Las mujeres llegaron desde Buenaventura, Tuluá, Palmira, Roldanillo, Florida y otros municipios del Valle para encadenarse a la puerta de la sede.
“Nos dejan a los niños sin terapias ni ambulancias ni medicamentos. Desde hace un año venimos en conversaciones. Hemos caído en el juego de negociar la salud y la salud no se negocia. Estaremos aquí hasta que la Superintendencia de Salud haga presencia”, aseguró Luz Neidi Téllez.
Justamente Luz Neidi tiene una hija que padece Síndrome de Wes, por lo que presenta más de 100 convulsiones al día. A este caso se suma el de Angélica Márquez, quien es madre de una niña de tres años que sufre atrofia muscular neuro-degenerativa.
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“Estamos cansados de que cada dos semanas nos reunamos aquí con una persona que nos diga mentiras. Dicen que nos van a enviar los ordenamientos a los correos, pero no llegan”, aseguró Márquez.
Ante esto, el gerente regional de Coomeva, Germán Gámez, aseguró: “Unos casos alcanzan a tener 11 atenciones de especialista. Por lo tanto, es muy complejo garantizar el 100 por ciento de su salud cuando no está en nuestro resorte la garantía del servicio”.
Y agregó: “Desafortunadamente, no todas tienen la disposición de entender que se encuentran en un sistema de salud muy crítica de liquidez y que estamos haciendo esfuerzos descomunales para beneficiarlas a ellas y a sus hijos”.
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— Noticiero 90 Minutos (@Noti90Minutos) May 9, 2018
