El edificio de colores se ha hecho tristemente célebre en la ciudad debido los reiterados casos de suicidio que se presentan desde los ventanales de la estructura que fue levantada ya hace varios años en la ciudad.
En los 11 pisos del edificio funciona una clínica, además de 300 consultorios privados de especialistas que reciben diariamente a cientos de pacientes en cada uno de sus pisos.
Sin embargo, los cinco casos de intento de suicidio, dos de ellos con final trágico, han encendido las alarmas sobre los mecanismos que deberían implementar las directivas del mismo para evitar que más casos se sigan presentando en la ciudad.
Y es que en las últimas horas un nuevo hecho generó pánico entre los visitantes de la edificación, luego de que un joven fuera rescatado tras subirse a uno de los ventanales que componen la estructura, aparentemente, para quitarse la vida.
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Por esto, 90 Minutos consultó a una psiquiatra del Centro Médico Imbanaco, quien expresó los mecanismos de seguridad que se deberían implementar de manera urgente en dicho complejo de torres.
“Lo más efectivo para prevenir el suicidio en sitios en donde las personas se lanzan al vacío, es poner barreras físicas, entonces hay que buscar la manera de poner barreras físicas en todos los sitios de esa construcción en donde haya riesgo de que alguien se pueda lanzar al vacío”, indicó Andrea Otero, especialista del Centro Médico Imbanaco.
La experta aseguró que medidas de este tipo son utilizadas en diferentes partes del mundo para prevenir casos fatales.
“En puentes en Colombia y en todas partes del mundo y es una de las formas más afectivas de prevenir el suicidio”, acotó Otero.
Además, agregó que es vital estar atento a cambios repentinos de comportamiento en las personas que nos rodean, ya sea del entorno familiar, laboral o círculo de amigos, siendo uno de las acciones más comunes para detectar a una persona con pensamientos suicidas.
“Lo más importante es que las únicas personas que pueden detectar a alguien con riesgo suicida no son los médicos o psicólogos, si no que toda la población debe estar interesada en detectar a este tipo de pacientes. Básicamente es que uno puede ver en la gente cercana cambios; cambios en sus hábitos, en su estado de ánimo y lo más importante es no tener o pensar que le va a sembrar la idea de atreverse a preguntarle. Una vez la persona acepta ayuda, hay que buscar una ayuda profesional y no dejarla sola en ningún momento”, concluyó Andrea Otero.
Hay que recordar que el caso más reciente de suicidio en este edificio se presentó el pasado 4 de diciembre, cuando un hombre se lanzó desde un piso superior de la edificación, perdiendo la vida en el acto.
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