Un informe solicitado por la Contraloría sobre la instalación de cámaras de seguridad en la comuna 22, que abarca desde el sector de Pance hasta La Viga, revela una preocupante realidad: de las 133 cámaras instaladas, únicamente 30 están funcionando correctamente.
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Esta información, presentada por los ediles de la comuna, evidencia la creciente vulnerabilidad de la zona frente a los delincuentes que aprovechan la falta de vigilancia para cometer delitos.
Los ediles aseguran que, ante esta situación, los ladrones de residencias y atracadores han retomado sus actividades delictivas en el área. Además, señalan que existe un desmonte gradual de las alarmas comunitarias que se habían instalado para reforzar la seguridad.
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“Estas alarmas se levantaron hace más de tres años, pero no sabemos dónde están. Hace poco preguntamos y nos dijeron que estaban en la policía. Estamos intentando recuperarlas y ver cuántas hacen falta para, con la ayuda del Estado y la comunidad, restablecer la cobertura total que la comuna 22 requiere”
Explicó Gerardo porras, edil de la comuna 22.
El problema se agrava en ciertos sectores que ni siquiera cuentan con cámaras de vigilancia, lo que facilita la movilidad de los delincuentes entre las unidades residenciales y colegios de la zona sin ser detectados.
En una reciente mesa de trabajo, representantes de la comunidad solicitaron a la Alcaldía la instalación de un sistema de alertas para esta área del sur de Cali, que incluya la instalación de nuevas cámaras y la reactivación de las alarmas comunitarias.
Los habitantes también han manifestado su preocupación por la ineficacia de las cámaras instaladas en otras comunas.
“Hemos encontrado que muchas de las cámaras no funcionan o no cumplen con su objetivo. Llegamos a la conclusión de que no sirven ni siquiera para prevenir el delito, mucho menos para individualizar los delincuentes”
Declaró Pedro Ordoñez, contralor de Cali
La situación de inseguridad se intensifica los fines de semana, cuando al menos 60.000 personas transitan por el sector de Pance en busca de esparcimiento, convirtiendo la zona en un blanco fácil para los delincuentes.
Los habitantes y ediles piden una intervención urgente por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y tranquilidad de la comuna 22.
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