Dos años de dolor, miedo y angustia, pero en especial de restauración, limpieza interior y la oportunidad de convertirse en un mejor ser humano, son los que vivió Sandra Milena Sierra de 38 años, quien fue diagnosticada con cáncer de mama en el 2011.
“Era una mujer egocéntrica, autosuficiente, controladora; y aprendí a amar y a que me amaran libremente, a disfrutar cada día como si fuera el último” asegura la señora Sierra, egresada de la Universidad Autónoma de Occidente, quien hoy celebra el hecho de haber superado una enfermedad que se ha considerado por años como terminal.
Después de detectar una especie de bolitas en su seno derecho y que le realizaran una biopsia (procedimiento diagnóstico donde extraen una muestra del tejido afectado para ser examinado en un microscopio), empezaría un camino que ella no escogió recorrer, un diagnóstico que “nadie quiere escuchar”, le dirían que padecía de una enfermedad que es la tercera causa de muerte de mujeres en Colombia, según la Liga Colombiana Contra el Cáncer.
Al principio la única pregunta que rondaba por su mente era ¿por qué a mí?, sin embargo, en un momento determinado, según sus palabras, Dios iluminaría su vida y forma de pensar, recordándole algo que está en las escrituras “A los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien”, y esto cambiaría la pregunta. Ahora era ¿para qué?
“Lo más triste es que la gente asume que el cáncer tiene que ver con muerte, y el cáncer ya no tiene que ver con muerte. Ya es una enfermedad cien por ciento curable si se detecta a tiempo y es una enfermedad que es más bien un proceso de transformación”, manifiesta esta economista con un tono entusiasta y esperanzador.
Su esposo grabaría y tomaría nota del trascurrir de este proceso y fue él quien redactaría y publicaría un libro dirigido a todas las personas que padecen cáncer y para el público en general.
Cáncer: fatalidad o bendición, es el nombre del libro que contiene todo el proceso que vivió esta mujer desde el momento en que le dijeron que tenía esta enfermedad, hasta hoy, donde puede decir con seguridad y convicción que ha superado la misma.
Según Sandra Sierra no se trata un libro de dolor y lágrimas, sino de fe, esperanza y amor que contiene todo un proceso de trasformación, el día a día después de la quimioterapia, cada cosa que pasaba por su mente y consejos de lo que a ella le funcionó para salir victoriosa de esta batalla.
El libro se puede adquirir en las diferentes librerías cristianas de la ciudad, además, Sandra Milena Sierra también se encuentra ofreciendo conferencias para cualquier grupo que quiera aprender sobre el tema y encontrar palabras de esperanza.
