Aunque la Arquidiócesis de Cali le ha brindado ayuda a los migrantes venezolanos que cada día llegan a la ciudad, aseguran estar colapsados y un ejemplo de esto es el albergue que tuvo que ser cerrado recientemente por fallas de tubería.
El padre José González, vicario para la Reconciliación y la Paz de la Arquidiócesis de Cali, indicó que, "declaremos en Cali una emergencia humanitaria para que sea la ONU la que se encargue, con todas sus entidades, para que sea el Gobierno Nacional y para que sean otras entidades las que puedan apalear este momento que es difícil".
Sin embargo, el padre José González explicó que el albergue será acondicionado para volver a brindar el servicio.
"Solamente se van a poder atender 150 personas priorizando niños enfermos, mujeres gestantes y ancianos. No queremos ser fastidiosos con la gente, pero sí queremos hacer el llamado porque es una urgencia", indicó González.
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Por el momento, la Alcaldía y la Arquidiócesis de Cali tienen a la disposición de los venezolanos un comedor donde puedan recibir una comida diaria.
"Hay uno que está en el norte y el de la Sagrada Familia, allí pueden llegar, está como zona de acopio y se está trabajando. Sin embargo, el llamado es urgente porque el problema se va agrandando y una persona no puede ser un problema, a una persona hay que tenderle la mano porque somos hermanos”, continuó el Padre.
Se espera que en el mes de septiembre el albergue esté listo para abrir sus puertas nuevamente a los ciudadanos venezolanos.
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