Ampliar los horarios de control después de la medianoche, fue la solicitud realizada por la Personería de Cali a la Secretaría de Tránsito y el Dagma, para evitar infracciones y posibles tragedias en las carreteras provocadas por el estado de una persona que haya salido de una rumba.
“Reconocemos el trabajo de Tránsito y de todas la entidades de la Alcaldía, pero los operativos hay que hacerlos en otras horas, por ejemplo cuando hay cierre de la rumba a las 3:00 o 4:00 de la mañana, pues la gente sale de los establecimientos sin que la presencia de Tránsito sea suficiente”, señaló a El País Héctor Hugo Montoya, personero de la ciudad.
Los problemas hallados fueron el alto volumen de equipos de sonido de algunos vehículos, las personas alicoradas frente al timón o carros estacionados en dos de los tres carriles de la vía.
Montoya indicó que el principal impacto fue el del sonido, que también puede presentarse cuando personas alicoradas elevan la voz y perturban la tranquilidad de la comunidad. Sin embargo, acotó que en este caso, la institución que debe tomar medidas es el Dagma.
Frente a las observaciones del Personero, el secretario de Tránsito, Juan Carlos Orobio, afirmó que los horarios de los operativos se extenderían para “velar por la tranquilidad de las personas”.
Por otro lado, la Personería de Cali manifestó que en su recorrido detectaron la presencia de menores en establecimientos nocturnos, cuyas edades oscilaban entre los 14 y 15 años. Por lo tanto, se exigió a la Policía de Infancia y Adolescencia tomar cartas al respecto.
